A propósito de los propósitos

Cuando faltan pocas horas para despedir al viejo año, algunas personas acostumbran a realizar, su respectiva y personal, lista de propósitos para el año entrante. Me parece una genial idea hacer listas de cosas pendientes, ya que a veces nos falla la memoria o el tiempo para hacerlo todo; sobretodo si necesitamos hacer tal o cual actividad en una fecha determinada. (como pagar la tarjeta de créditos por ejemplo) Lo cierto es que estos propósitos cumplen su finalidad, o al menos eso parece -jejeje- cuando son olvidados completamente por el “contratante unipersonal”. Vemos como gimnasios y spas son abarrotados en enero. Siendo el propósito impelable: Perder todo el peso del mundo en ochenta días…Todos tenemos algún problema con el peso, aunque sea mínimo, y por supuesto con los ejercicios. Creemos que con la “magia” del año nuevo, sacaremos la voluntad necesaria para erradicarlo definitivamente de nuestras vidas. Señores! Seamos realistas… La lucha contra la balanza es constante. Así que coloquen en letritas pequeñas en su lista, la frase: “algunas condiciones aplican” y así se evitarán el sentimiento de culpa cuando tiren la toalla después de las primeras doscientas abdominales. Por mi parte, no haré lista alguna. Tengo mis ideas en mi cabeza y mis objetivos muy claros. Sé que no todo lo podré hacer en enero, tal vez ni en el mismo 2008; porque mi camino es largo y ahí voy con paso firme… hasta llegar a cada una de las metas y cantar victoria. Ah! Y en cuanto al peso, bueno, trato de comer un poco menos de vez en vez; tal vez no pierda el poco sobrepeso, pero por lo menos no ganaré más kilos… De todas formas me siento saludable y soy feliz como estoy…eso es lo que importa, no? ¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS Y QUE CUMPLAN SUS DESEOS!