Contigo en la Distancia

Kilómetros, mares, ciudades, océanos... distancias que separan nuestras manos. Sin embargo, no ha vencido el olvido. Siempre viene tu recuerdo a iluminarme, a instalarse en estas horas, a juguetear en mi cabeza, pintando sonrisas de a ratos, o coqueteando con la melancolía... Faltando poco para despedir un año más, quisiera estar cerca de toda la gente que quiero, que me ha hecho sentir especial; con quienes he reído, llorado, brincado; con las que quiero volar; con quienes me hacen pensar, pisar tierra, o soñar... No es posible ubicarles en un mismo tiempo y espacio... Entonces les hallo en mi corazón, en mi mente, en mis recuerdos: Presentes! Y no puedo mas que sentirme feliz por tenerte... A mi lado, abrazándome; allí, pensándome; en otra ciudad, esperándome; al otro lado del mundo, escribiendo algo para mí; en otro mundo, observándome... en cualquier lugar, queriéndome... Como yo lo hago con todo mi afecto sincero. La distancia no nos aleja realmente, porque cada día que te pienso, te siento y te encuentro más cerca y más latente en mi pecho...

Mi fiesta

La noche se llena de luces intermitentes. El cielo de estrellas y de la magia pirotécnica que has traído a mis horas. En mi cabeza sigue revoloteando tu nombre y todo lo que trae consigo. Humedezco mis labios con este suave licor mientras observo avanzar el reloj. Hoy, a una noche antes de navidad, me visto de sonrisas, de todas las que recolecté durante el año... De todos los abrazos, de todos los encuentros y despedidas, de todos los sueños y esperanzas. Los acordes invaden mis oídos. El corazón al unísono con la música, baila dentro de mi pecho, recordándome que permanezco al fuego y en vivo... Levanto mi copa y extiendo los brazos para darle la bienvenida al Niño Dios, a toda la alegría, la paz y el amor que representa... A toda esa luz que promete seguir en mi camino, en mi andar que se ha vuelto una fiesta... En honor a la risa, al provenir... Recibe mi más sincera bienvenida! A mi fiesta, a mi locura, a mi vida; en fin, a este humilde espacio que es mi alma...

Llorar

En este año logré cosas muy buenas, cosas que siempre deseé, por las que soñé y luché mucho... También pasé por momentos muy duros, fríos, terribles... Sé que aún no termina, el camino no finaliza con las campanadas, simplemente cambia la cifra y seguiremos avanzando. A veces no tuve tiempo para dormir, escribir, soñar, llorar... Tenía que seguir y seguir... Quizás por eso hoy, en este momento dejo el orgullo a un lado, me desvisto del armazón de acero inoxidable y me dejo salir aquello que guardé bajo la alfombra. Es liberador soltar las culpas, la rabia, y la tristeza acumulada de a ratos. Dejo el espacio vacío para que se llene de la luz que me brindan las velas, las estrellas, tu brillo... Y a medida que caen las pruebo, y descubro que ya no son tan saladas; se van endulzando de a poco, y empiezo a sonreír. Entiendo entonces que soy humano, que estoy creciendo, que las pruebas y los intentos me han hecho maduro, más y mejor hombre... Pago la cuota de lágrimas del próximo año, porque no pienso llorar mas... Mis manos están preparadas para convertir en triunfos y en logros mis pasos; para transformar en aciertos y en risas las horas; para moldear sueños en realidades; para dar más, mucho más y devolver con creces el afecto que recibo de mi gente... Están listas mis manos para golpear y dar la batalla hacia la plenitud, y abiertas, limpias y seguras están dispuestas a recibirte...

No es un cierre...

He llegado a pensar que los finales no existen... y que en la vida todo es infinito como los números o el universo. Todos los finales llevan consigo un inicio, un nuevo ciclo, un comienzo... Cuando rompemos una relación, empezamos a aprender a estar a solas y bien con nosotros mismos; cuando nos graduamos, acabamos con esos estudios, pero debemos iniciar un post grado pronto y aplicar esos conocimientos en el campo laboral; por consiguiente, partimos a buscar empleo... Cuando cae la noche es porque comenzará a amanecer. Y así sucesivamente. Cuando llegamos a nuestras metas cumplimos nuestro propósito, pero eso no quiere decir que la carrera haya terminado. Mas bien, aún queda mucho por recorrer y conquistar. He convertido en cuentos, en cuadros, en sonidos algunos de mis sueños, pero eso no queda allí... Esos cuentos tienen que ser compartidos, los cuadros deben ser vistos y los sonidos, oídos. Como dije en un post hace algunos meses atrás " ...la vida está llena de inicios... de primeros pasos"... y es que las cosas no terminan hasta que se terminan, y yo seguiré andando y andando, porque este camino se pierde en el horizonte y tengo mucho por lograr... por eso, este sábado comprende el principio, no el final!