viernes, 19 de diciembre de 2008

Llorar


En este año logré cosas muy buenas, cosas que siempre deseé, por las que soñé y luché mucho... También pasé por momentos muy duros, fríos, terribles... Sé que aún no termina, el camino no finaliza con las campanadas, simplemente cambia la cifra y seguiremos avanzando. A veces no tuve tiempo para dormir, escribir, soñar, llorar... Tenía que seguir y seguir... Quizás por eso hoy, en este momento dejo el orgullo a un lado, me desvisto del armazón de acero inoxidable y me dejo salir aquello que guardé bajo la alfombra. Es liberador soltar las culpas, la rabia, y la tristeza acumulada de a ratos. Dejo el espacio vacío para que se llene de la luz que me brindan las velas, las estrellas, tu brillo... Y a medida que caen las pruebo, y descubro que ya no son tan saladas; se van endulzando de a poco, y empiezo a sonreír. Entiendo entonces que soy humano, que estoy creciendo, que las pruebas y los intentos me han hecho maduro, más y mejor hombre... Pago la cuota de lágrimas del próximo año, porque no pienso llorar mas... Mis manos están preparadas para convertir en triunfos y en logros mis pasos; para transformar en aciertos y en risas las horas; para moldear sueños en realidades; para dar más, mucho más y devolver con creces el afecto que recibo de mi gente... Están listas mis manos para golpear y dar la batalla hacia la plenitud, y abiertas, limpias y seguras están dispuestas a recibirte...

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