martes, 3 de agosto de 2010

Estrella


Fugaz. Como aquella estrella que desaparece en instantes del firmamento, llevándose este deseo a medio cumplir. Como la marea que vuelve una y otra vez a nuestras costas, dejando su refrescante sabor a sal. Rasgamos la noche con el afán de seguir jugando a la licantropía. La luna se hizo cómplice de esta nuestra locura. Las horas, agotadas como las razones para no volver, quedaron marcadas con tu olor. El sabor que te dejé permanecerá unos pocos días más... Allí... Donde no hay porqués. Donde tus excusas no encuentran asideros y caen de a poco, como pétalos de rosas, como nuestras ropas tras cada beso consumido... Las estrellas jugarán a arrancarnos deseos perdidos; nosotros, a caer rendidos. No hay certeza de un nuevo comienzo. No hubo pausas ni promesas. No hay esperanzas ni paciencia. Qué importa lo que pudimos pensar cuando descubrimos el sol en nuestras miradas. Sólo queda el perfume, un tremor, la suave luz de la alborada... Hasta que se borre esta sonrisa compartida. Hasta que la noche, la luna o la misma locura nos haga tropezar...

1 comentario:

Anónimo dijo...

esa sonrisa jamas se borra ... porque cuando el recuerdo llega, brota de nuevo.. incluso la sal !!