martes, 26 de agosto de 2008

De cometas

Como un supernova, mi cielo llenó de colores y brillo. Con todas esas luces nocturnas, y con sus mágicos destellos consumiéronse mis horas de sueño, sustituyéndose en sonrisas. Fugaces. Como cada estrella que caía sin un deseo... Quise llegar a la tierra, al paraíso o a cualquier lugar, viajando por el espacio, trepado a su cola... No fue mas que un breve estado de hipnosis. Durante seiscientos nanosegundos anduve flotando en su órbita, y ahora mientras espero los setenta y tantos años por su regreso, permanezco cazando cometas, con la inútil idea de rememorar los matices de su constelación... Y hoy, después de tantos intentos en vano, me arrullo en este rincón y observo cada una de los luceros que penden del cielo, queriendo convertirme en un astro que fulgura sereno en el firmamento para cumplir tus deseos... Cierro los ojos con la esperanza de volver visible a lo esencial, y extiendo mis brazos, para llenarme del polvo de la última estrella caída en la ventana...

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