domingo, 6 de julio de 2008

¿Dónde estás?

Como si fuese la única salida, como siguiendo esa luz diminuta al final del pasillo, con los ojos cerrados y los oídos ahogados con la cadena de notas y acordes, sus pies anduvieron hipnotizados sin detenerse un segundo; lenta y persistentemente continuaron en movimiento por largas horas... Cuándo despertó finalmente, no logró reconocer el espacio. Se había extraviado nuevamente. ¿Dónde estás ahora? Me pregunté una vez más. Mientras terminaba de anotar mis apuntes diarios, buscaba la mejor manera de hacer contacto contigo, pero sólo tú podías hallarme. Por lo que la ultima opción que tenía era la de esperarte... Esperar tu regreso... ¿pero cómo se espera el retorno de la paciencia extraviada...?

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