viernes, 10 de agosto de 2007

Ningún día excepto Hoy...

"No Day But Today" rezaba el estribillo de la canción de una buena y extraña película que vi hace pocos días, he estado repitiendo ese corillo, unas tantas veces de manera inconsciente durante algunas horas... ¡pero es verdad! No existe ningún otro día para vivir, para reír, para hacer lo que realmente deseamos; ningún otro mas que el Hoy. El pasado forma parte de nuestros recuerdos, muy buenos algunos por cierto; otros, casi desvanecidos voluntariamente. El mañana no es más que una probabilidad, una expectativa, algo que podría ser genial, podría ser malo, o simplemente podría no ser de ninguna manera. ¡HOY! Sólo tenemos el hoy para amar, para luchar por nuestros sueños, para hacer felices a nuestros cercanos importantes, para complacernos; para dejar nuestra marca en el mundo, en la historia, en la vida de alguien. Intento vivir cada instante, no como si fuese el último porque me resulta una posición muy fatalista, pero sí como el más importante, como ese exacto momento pautado en la agenda cual "evento especial", celebrar la vida con una risa, con un gesto, con esa satisfacción de darle sentido, un porqué, un beneficio, un objetivo, un logro, al tiempo... Si cada minuto se convirtiera en un paso hacia nuestra evolución como seres humanos, hacia nuestra plenitud personal, sin duda alguna estaríamos cada momento más cerca de nuestra propia y particular perfección... el año cuenta con 525.600 minutos, ¿En qué invertirás tu próximo?

1 comentario:

Cástor E. Carmona dijo...

Bueno, yo invierto este minuto en felicitarle por la frase "hay días en los que definitivamente las raíces estorban", y por pasar por mi casa. Un abrazo