domingo, 13 de febrero de 2011

7 Minutos

Sus manos dispuestas le rodearon lentamente. Liberó el lazo que le clausuraba. Procedió a descubrir en su interior. Le halló cómoda y plácidamente vehemente… Asió scon suavidad sus límites curvilineos. Le sostuvo, con una sonrisa plácida, entre sus dedos por unos minutos. En un lúdico instante, se entretuvo imaginando el placer que obtendría… Devoró su perfume satisfecho. La ansiedad aumentaba exponencialmente con cada segundo suspendido. Acercó sus labios. Con un ligero beso unió por primera vez su avidez con la suavidad de su deseo. Ligeramente procuró la llama. El fuego encendido entre los dos, separaba apenas su anhelo del aire compartido. Un aire que sería consumido en apenas siete minutos. No disponía de más, por tal razón prolongaba el placer. Acortaba la prisa. Suspendía el consumo. Contuvo la respiración por escasos segundos, mientras observaba como ardía silenciosamente. Pretendía aumentar el calor hasta perder la cabeza. Un segundo encuentro de labios, confirmó la rendición. Suspiró. Un vapor cubrió el espacio, y nublado su aire, cerró los ojos para pensar en ella otra vez. Sentía como corría por sus venas la pasión encontrada, dejando escapar diminutas pavesas como luciérnagas suicidas que danzaban en la frialdad nocturna. Su sabor colmó su boca, y su pensamiento se detuvo nuevamente en sus ojos. Un desasosiego vencido. Un paz infinita. Un recuerdo indeleble. Un momento para sí. Siete minutos. Creó imágenes en el espacio oscuro, en su mente alerta, en s pecho enamorado... y otra plácida sonrisa invadió sus labios. Dejó el resto... y volvió adentro.

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