viernes, 7 de mayo de 2010

Manos Sucias

Había perdido tiempo. Había derrochado energías. Habíase agotado mi fe, mis fuerzas y la paciencia que nunca tuve. Mis dedos arqueados, clavados allí, aferrado, adherido... Creí que si apretaba fuerte no caería jamás, pensé que si me mantenía firme nunca me perdería. Sin embargo, caí, bajo... Al fondo. Y me quedé solo entonces, con dolor en la articulaciones, con las manos sucias, y la misma pérdida... Comprendí que no estaba en mi control. Resistir al cambio, es resistir al paso del sabio tiempo... Dejé entonces andar la vida, permití el curso natural de las cosas... y fue cuando salió el sol, cuando entendí que fue mejor de esa forma. Los resultados eran los esperados, y me llevé gratas sorpresas. La luz quería entrar a mi casa y me había empeñado a permanecer en las sombras. El mundo estaba lleno de nuevas sonrisas y quise quedarme con aquella mueca mustia. Añeja. Marchita. Solté. Abrí mis manos, y lavé mis culpas... Exorcicé mis manos de sus fantasmas, extraje la mugre.. y Ahora las hallo dispuestas a tocar, a sentir, a crear... A recibir todo aquello que está por llegar...

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