sábado, 7 de marzo de 2009

Castillos


Acostumbré a conquistar castillos a punta de lanza. Cada batalla culminaba con un sonrisa y una puesta de sol. Por muy difícil que resultara la hazaña, con mi artillería y persistencia lograba cada objetivo, cada condado... Con esta armadura que alguna vez creí inoxidable avanzaba por tu territorio agitando mi estandarte, convencido del triunfo, sin importar el esfuerzo, el tiempo que tomaría o los sacrificios que supondrían... Vino tu tormenta, mi tormento... Destruyendo cada torre, cada palacio, todos mis castillos... Descubrí entonces que eran de arena... De naipes que volaban por doquier tras el paso de tu incontenible huracán: Reina de picas, As de corazones, 4 de trébol, el Joker... como dientes de león flotando en mi campo... agazapado y a hurtadillas acabo con esta carta oculta en mi manga... Algún día me la jugaré... Ese día cuando sea yo quien gane su partida.

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