lunes, 8 de octubre de 2007

El laberinto y el Mini-Tauro


Como buen Tauro, la testarudez es una de mis características más resaltante... Esa misma obstinación que me ha servido mucha veces para enfrentar las dificultades más sórdidas, que me ha ayudado a vencer los obstáculos más enrevesados; y me ha regalado al final de la lucha, la banderilla de una victoria más... Hoy se ha vuelto en mi contra, y he caído en la provocación de embestir una vez más, contra esa arrogante pared con la inútil idea de convertirla en puerta, como los toros en el rodeo que al ver agitarse la colorida capa se arrojan ciegos hacia la espada del torero... Sólo he conseguido adornar mi cabeza con otro par de chichones, y chocando sin parar contra los muros de este laberinto, permanezco perdido en medio de mi tozudez... Tirado en el suelo con este inmenso dolor de cabeza, esperaré a que la luz y la ecuanimidad, (otra de mis características resaltantes) retornen a mis ideas... para encontrar la salida que seguramente se ríe burlona a mis espaldas...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno viejo, no sé que te habrá pasado, pero espero que logres resolver y que se desinflamen los chichones...

Saludos!

Anónimo dijo...

Angelito, please, pásate por mi blog el fin de semana.
Hay una invitación para todos mis amigos bloggers.

Saludos!

(los que lean esto también están invitados)

Sebastian Filipputti dijo...

La paciencia es lo único que hace que ese camino sinuoso pueda ir enderezando esas curvas confusas de nuestro pasar......
La confusíon es transitoria, hasta que nuestra atención se fija en otro objeto