lunes, 26 de marzo de 2007

Princesa Sonrisa

A veces las obligaciones y los deberes nos alejan de las cosas que disfrutamos más... esos pequeños detalles que aparentan ser simples, pero que unidos construyen un gigante castillo de sonrisas, donde se protege nuestra integridad... parecemos ser complejos cuando realmente una palabra, una simple mirada o un tierno abrazo es capaz de mover esa fibra exacta de nuestro cuerpo que nos aleja del cotidiano estres y nos hace volver a sentir que la vida es algo más que un montón de tareas por hacer... ese mensaje neurológico que nos dibuja una inexplicable sonrisa en los labios cuando las cosas no marchen "perfectamente bien" no ha llegado a mi cerebro el dia de hoy... y es que ayer perdí mi sonrisa, no sé si la olvidé en casa mientras salí corriendo porque iba tarde al trabajo... o quiza colgada en la ventana se seca de la lluvia de esta mañana... lo cierto es que no está allí... tal vez se fue de vacaciones o de paseo... y lo peor es que por más que intento no la encuentro, no sólo a ella, tampoco ubico a esos adoquines de los que hablé hace algunas lineas atras...para armar mi castillo del día... no está allí... y ahora sin estandarte y sin escudo me lanzo en la búsqueda de una mejor mueca... porque si de algo estoy convencido es de la victoria que me anotaré... porque la vida es una constante batalla y este terco caballero no le teme a los dragones, y no dejará de luchar jamás por lo que sueña, desea y anhela... y al final de cada batalla-día tendrá la satisfacción de haber vencido una vez más y haber conquistado una princesa-sonrisa con quien dormirá placidamente...

1 comentario:

Isabel Lessmann dijo...

Nada puede justificar que pierdas tu sonrisa; es tu marca, tu huella, tu esencia. No dejes que nada exterior a ti cambie tu vida; no le des poder al otro para perturbar tu tranquilidad, tu sosiego, tu felicidad, tu paz.